sábado, 30 de septiembre de 2017

Hugo Tabachnik: Volviendo a casa








La primavera

Necia naturaleza:
a mi silla
le floreció una pata.



Eras parte de la tierra y como los pájaros

Muhammad al-Durra, un niño palestino de
once años
fue asesinado por soldados israelíes.
Sus ojos quedaron abiertos, reflejando el cielo,
como esperando a que alguien
borre la primera letra de la palabra “Emet”,
y que diga:
“Duerme allí, Golem, el sueño apacible del
Barro”.


Parece ser

que con los años
las heridas
tardan más
en cicatrizarse,
se endurece el oído,
se pierden los nombres,
se llora como violines.


El tiempo hermosea

El tiempo,
hijo del cielo
y de la tierra,
es un viejo bribón.
El tiempo hermosea.
El tiempo
Cubre de un bello manto de verdín
el bronce de las estatuas
de los viejos asesinos.


*Hugo Tabachnik (Buenos Aires, 1937). “Volviendo a casa (Ediciones Libros del Riachuelo, 2015) es el primer libro de un poeta de 77 años, que ha sido poeta toda su vida”, Federico Barea. 

1 comentario:

  1. Qué pena Hugo, fuimos tan amigos en el pasado, pero, pero, el niño Muhamad Al-Durra no fue asesinado por soldados israelíes como dices, ese fue un montaje de un periodista francés que fue condenado por un tribunal francés. Como fue posible, Hugo, que repitas calumnias anti-israelíes ? Tú ? Qué pena,
    El que fue tu amigo de muchas aventuras, pero no ahora,
    Gabriel

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